La fisioterapia ya no se limita a la aplicación profesional de técnicas y tratamientos. En pleno siglo XXI, un fisio ha de ser el intermediario entre la ciencia y la humanidad. Un cruce donde la empatía ha de funcionar como un nexo. En definitiva, el hilo conductor que teje la relación entre el propio fisioterapeuta y el paciente.
En la actualidad, el mundo ve la empatía como un elemento fundamental que provoca cambios significativos en todos los ámbitos de la vida. Y en el caso de la fisioterapia, no solo implica comprensión, sino que también se erige como un puente hacia la recuperación. De hecho, incluso puede acelerarla.
La empatía es una capacidad humana que, aplicado en el terreno de la fisioterapia, se convierte en el sexto sentido que permite al profesional sintonizarse con las sensaciones, desafíos y vivencias de los pacientes.
Como si fuera un cimiento sobre el cual se construye el tratamiento, ha de ser más que un gesto amable o algo superficial y forzado. Porque en Telic entendemos que la fisioterapia es una de las ciencias donde la empatía puede convertirse en un catalizador más potente a la hora de lograr la recuperación del paciente.
Cuando una persona con problemas físicos siente que su fisioterapeuta no solo se enfoca en esos síntomas, sino que se preocupa también por su bienestar integral, se establece un ambiente más propicio para la recuperación. Y la confianza y la apertura emocional que se construyen a través de la empatía, van a acelerar ese proceso.
En general, la empatía nutre la relación terapéutica mientras impacta en la disposición del paciente para participar activamente en su tratamiento. Y este fortalecimiento del vínculo humano influye en cómo el paciente da continuidad a las indicaciones del profesional. Es decir, incrementa la posibilidad de mejores resultados porque la persona refuerza su interés en los pasos del propio tratamiento, no solo en la recuperación.
1. Genera más confianza en el paciente
La empatía en la fisioterapia es una suerte de imán que atrae la confianza del paciente. Y la confianza no es otra cosa que parte responsable en la construcción del éxito en cualquier tratamiento. Cuando un paciente se siente comprendido y cómodo, se abre a compartir sus preocupaciones y síntomas, permitiendo al fisio abordar de manera más efectiva el problema.
2. Mejora los resultados
Estudios, como el publicado en el Journal of Pain Research, demuestran que la empatía marca la diferencia en los resultados del tratamiento. Los pacientes que experimentan una atención empática suelen reportar niveles de dolor más bajos.
3. Fomenta la continuidad en el tratamiento
Cuando un paciente siente que su fisioterapeuta está preocupado por su bienestar de una manera honesta, se crea un vínculo que motiva a esta persona a seguir su plan de tratamiento. Aquí, la empatía actúa como una especie de motivador, animando al paciente a asumir un rol activo en su propia recuperación. Y, por tanto, el compromiso con el tratamiento se fortalece, aumentando así las posibilidades de una recuperación exitosa.
4. Reduce la ansiedad y el miedo
Normalmente, cuando una persona acude a un fisio lo hace con ansiedad y medio. Dos sentimientos que ejercen de barreras hacia la recuperación. En Telic sabemos que la empatía actúa como un bálsamo, aliviando estas emociones para crear un entorno terapéutico más acogedor y positivo. Por lo tanto, un paciente menos ansioso participará plenamente en las todas y cada una de las diferentes sesiones.
5. Hace más llevadera la experiencia del paciente
Los pacientes que sienten que su fisioterapeuta se preocupa por ellos como personas y no solo como casos clínicos, experimentan más gratitud y atención. Obviamente, esta conexión personal mejora la experiencia general del paciente, aumentando así su satisfacción y fortaleciendo su confianza en el proceso de mejora.