La recuperación muscular juega un papel fundamental en el rendimiento deportivo, ya que una correcta recuperación no solo ayuda a prevenir lesiones, sino que también permite que los atletas puedan entrenar o competir a un nivel superior.
El invierno trae consigo un descenso de las temperaturas y una disminución en la humedad ambiental, factores que pueden comprometer seriamente la salud y apariencia de la piel.